sábado, 6 de abril de 2013

Historia de una aventura- parte 1


"¿Dónde estás?"
"Contesta..."
Su cabello rubio se agitaba en su verde gorro. Cada palabra que pronuciaba generaba una nueva lágrima en su rostro.
"¡Contéstame, por favor!"
No hubo respuesta. Se ajustó el cinturón con aire decaído y se sentó en la hierba. Suspiró con tristeza y cerró los párpados. El atuendo verdoso que portaba se adherió a su pálida piel, produciéndole una sensación incómoda. Se mordió el labio y bajó la cabeza. ¡Había sido tan estúpido que la había dejado marchar! Su último alarido fue un lejano "Link, ayúdame"... Y no llegó para salvarla. Si no se hubiera entretenido intentando derrotar a una pista falsa, podría haber hecho algo. Ahora no sabía dónde estaba ni dónde podría pedir ayuda. Cada vez que sacaba la ocarina de sus verdes vestiduras o la lira de la Diosa no respondía ninguna voz ni ningún instrumento. Eso era muy mala señal. Quizá si fuera al Castillo Real y le dieran información podría hacer algo al respecto. Ella no le perdonaría nunca morir sola. Link se levantó y, a trompicones, se dirigió a la Ciudadela.

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